¿Cómo ponerle precio a tus servicios como consultor?

Ponerle precio a tus servicios como consultor puede parecer un desafío, pero la realidad es que las respuestas las tienes en la palma de tu mano si conoces bien tu trabajo. No solo se trata de comprender los parámetros de tus honorarios y el coste de producción, sino de darle valor a tu experiencia.

Cuando ofreces soluciones a muchos de los problemas, puedes establecer tarifas basadas en el valor de tus conocimientos y experiencias en el mercado.

Para saberlo debes responderte los siguientes interrogantes:

1| ¿Qué ofrece principalmente tu negocio?

Un consultor debe tener sus objetivos claros y sobre todo aceptar que tiene la solución a muchos de los problemas de sus clientes. Cuando tienes un problema, tu primera necesidad es solucionar, y si tú como consultor tienes las respuestas para alcanzar las metas de cada cliente, comprenderás que tus soluciones ya poseen un valor económico.

2| ¿Cómo está posicionada tu marca en el mercado de consultores?

El conocimiento de tu marca tiene mucho peso al momento de ponerle precio a tus servicios como consultor, pero no nos referimos al número de seguidores que puedas tener, ni a la fama, sino al contenido que proporcionas.

Si la información que tú compartes es sólida y realmente de interés, dejarás huella en cada uno de los que te conocen. La mayoría de las decisiones de los clientes se basan en la imagen que tienen del negocio. Es decir, tu marca será la promesa más sostenible para las ventas de tus servicios.

Para informarte más acerca de cómo crear contenido para vender puedes hacer click aquí y enterarte de datos que te permitan impulsar tu marca.

3| ¿Cuántos años tienes de experiencia prestando servicios como consultor?

Si trabajas como consultor desde hace más de 10 años, tus servicios tendrán más valor que los de alguien que solo lleva 5 años. No importa que esa persona tenga un grupo más grande de seguidores porque la trayectoria de tu marca, tu experiencia y las referencias de todos tus trabajos anteriores también valen dinero.

Si quieres conocer más acerca del valor que tienen actualmente tus conocimientos te invitamos a escuchar el siguiente podcast para saber qué formato darles y cómo venderlos.

4| ¿Cómo puedes superar a tu competencia y ponerle precio a tus servicios como consultor?

Para igualar o superar los costes de tu competencia debes definir tus servicios, tus ofertas y en qué te diferencias del resto. Muchos consultores tienen la capacidad de comunicarse fácilmente con sus clientes, pero pocos logran engancharlos.

La mayoría de las decisiones de los clientes se basan en el precio más bajo que otro consultor le pueda ofrecer, pero si ganas la confianza del cliente y le garantizas que tus servicios son más completos que otros es poco probable que te rechacen.

5| ¿Qué demanda han tenido mis propuestas de servicios anteriormente?

Si en períodos anteriores tus servicios han estado muy solicitados significa que tu trabajo está dando resultados. Si cubres todas las necesidades y solucionas sus problemas, los clientes quedarán satisfechos, correrán la voz y tú serás referencia. La demanda de tus servicios influye de manera significativa en el coste porque contienen también toda tu experiencia.

Si bien el tiempo que le dedicas, los costes de producción, el tipo de cliente o empresa y los plazos de entregas son importantes a la hora de establecer el precio de tus servicios como consultor, las preguntas que respondimos anteriormente son las más primordiales.

 

Los errores que no debes cometer al ponerle precio a tus servicios como consultor

  • Poner en duda la importancia de tu marca.
  • Cobrar menos para captar más.
  • No tener un plan de negocio.
  • No crear un contrato de acuerdos.
  • No fijar claramente los honorarios de tu trabajo.
  • Aceptar canjes como forma de pago por tus servicios.
  • No tener ética profesional y no tomarte tu trabajo en serio.
  • No tener definida la complejidad de la tarea que vas a realizar.
  • Determinar precios solo por competir sin evaluar tu trabajo.
  • No crear argumentos que expliquen el por qué de tus costes.
  • No preguntarle al cliente qué cantidad está dispuesto a pagar.

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